Otegui, no Otegi, si
escribimos en español común o castellano, que es además la ortografía
tradicional del vascuence. Pues bien, leemos y oímos una multitud de
críticas a Otegui por presentarse a lendacari. El “hombre de paz” es un
etarra muy orgulloso de serlo y hoy en la rama política de la ETA. Pero
el nivel del análisis político en España es tan bajo que nadie o casi
nadie ha señalado que si puede hacerlo o intentarlo es porque
previamente el PSOE rescató a la ETA del abismo al que le empujaba la
política de Aznar.
Zapatero premió los asesinatos etarras con legalidad,
dinero público, excarcelaciones, proyección internacional y otras
ventajas que ignoramos, pues los chanchullos entre el gobierno corrupto
de ZP y los terroristas fueron ocultados a la opinión pública, como
corresponde a una democracia bananera. Política seguida a continuación,
punto por punto, por el PP de Rajoy. Se suele olvidar también que PSOE
y ETA comparten hasta un 80% de ideología. Y que el PP simplemente
carece de ideología. El gran pecado de la colaboración con la ETA viene
directamente de la Gran Patraña en la que el país vive sobre su propia
historia reciente.
Los chanchullos, pues no tienen otro
nombre, de los ZPs con los Oteguis han sido la mayor colaboración con
banda armada que registra la historia de la ETA, después de la que le
facilitaron los gobiernos de Francia durante largos años. Se trata de
un golpe feroz al estado de derecho, una patada brutal a la democracia y
a la integridad de España. Al parecer, nadie o casi nadie se ha dado
cuenta de estos “detalles”, señal de que la democracia española está
realmente muy enferma. Es una democracia zapateril, pues ninguno de los
cuatro partidos cuestiona ninguna de las siniestras iniciativas del
Zapo; al contrario, las dan por inamovibles y parten de ellas, unos para
ir más lejos, otros no tanto. El “hombre de paz” ha agradecido la
comprensión de ZP, no así la de Rajoy. Se ve que es bastante maleducado.
En
la “democracia” zapateril que soportamos, la postura desafiante de
Otegui es perfectamente legítima. Sabe muy bien que la ley, empezando
por la Constitución, es en Banania un asunto de poca monta, que los
diversos y corruptos gobiernos saben utilizar según convenga. Otegui
aprovecha las circunstancias y es lógico, mientras la gente le mira a él
y no a los principales autores del desastre. Es increíble la ceguera
con la que se está avanzando hacia la putrefacción de la democracia y de
la propia nación española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario