Ese cuento que periodicamente nos narran desde el gobierno de turno o desde los medios de (in) comunicación (para mantenernos entretenidos) sobre la supuesta independencia de organismos, jueces, magistrados, fiscales y demás tropa del ministerio de justicia, es solamente eso, un cuento. No hay más que ver a diario lo independiente que es el tribunal constitucional o el tribunal supremo o los tribunales superiores de justicia de los 17 reinos de taifas, o el propio ministerio fiscal.
Lo único cierto es que la administración de justicia es la correa de transmisión de los partidos políticos y de los gobiernos que son quienes les dan de comer y quienes les pagan la nómina cada mes.
¿Cómo va ser independiente un miembro del tribunal constitucional que está en el cargo porque un partido político lo ha colocado allí y además es el gobierno quien le paga el salario?
A ver si dejamos de decir tanta tonteria con lo de la independencia de la justicia y empezamos a hablar de dependencia.
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