Notas:

8.7.17

TIERRAS TAURINAS


 El día que se considere sólo como arte y caiga en una búsqueda desenfrenada por la estética, el espectáculo taurino entrará en una fase de decadencia que acabará provocando su desaparición. El fundamento ético de la Tauromaquia, muy anterior a la noción del arte, y más aún a la de esteticismo que nació apenas hace un siglo, surge de la capacidad del hombre para encarnar la sublimación de la Humanidad, desde el estado de naturaleza al de cultura, enfrentándose a un toro que representa, a su vez, la naturaleza salvaje, con su fiereza, su casta, su peligro y su poder. Sin esa base indispensable, el espectáculo carece de fundamento, y lo que llamamos arte se convierte en una exhibición carente de sentido, que poco tiene que ver con el rito taurino auténtico.

André Viard, prólogo del opus 44 de Tierras Taurinas
Foto: Campos y Ruedos
De aquí

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